17 de julio de 2008

Cristal Oscuro

Directores:
Jim Henson
Frank Oz

Escritores / Guión:
Jim Henson (historia original)
David Odell (guión)


Fecha de estreno:
17 Diembre de 1982 (USA)17 Diciembre de 1982 (UK)
Nunca se estrenó en España


Género:
Animación, Fantasía, Aventura, Ficción


En un mundo de fantasía habitaron hace mil años unos seres llamados Urskeks, que vivían en paz y armonía... Hasta que uno de ellos dañó el centro de su mundo, su más preciado tesoro; El Cristal Oscuro. Su mundo cambió a partir de ese momento. Los Urskeks se dividieron en dos razas, los sabios Místicos, que viven en continua meditación apartados de la sociedad; y los malvados Skekses, quienes reinan la tierra, dominando a todas las razas con su crueldad.



Un buen Místico nunca sale sin su paraguas

Este es la premisa de la que parte The Dark Crystal, una película redonda. Los 93 minutos de Cristal Oscuro son fantasía de la buena; historia simplista con dos bandos bien diferenciados con un objetivo marcado claramente y un protagonista que en realidad no pinta nada en la historia del Cristal si no fuese por una profecía. Porque como buena película de fantasía, hay una profecía: cada 1000 años los soles se alinean y es el momento de un gran cambio en el mundo. Esto es ambiguo, y lo dejan claro. La película tiene, además de aspiraciones técnicas con todo el asunto de las marionetas, una carga filosófica bastante importante. Esto hace que la película sea atractiva para cualquier persona, da igual qué quiera encontrar en la hora y media de Cristal Oscuro.

La película se sitúa en los días que preceden a una Gran Conjunción, momento que marca un Gran Cambio en el mundo, ya sea para bien o para mal. Jen es un Gelfling huérfano como buen niño profecía. Su familia / clan fue destruído por los Skekses y fue criado por los místicos... a partir de aquí se desarrolla el argumento de Jim Henson que nos abre a un mundo de fantasía muy completo con distinguidas zonas y especies, aunque todas dependen de la suerte de Jen, que es el elemento (dentro de la trama más adulta y filosófica de la película) que decantará el devenir de los hechos hacia un gran cambio positivo o negativo.

Pese a estar hecha con marionetas todos los personajes tienen una personalidad única y dan la sensación de ser tan reales como los mejores modelos informáticos de Pixar (e incluso más reales que cualquier personaje de Shrek, de Dreamworks). Técnicamente perfecta, siguiendo la estela de películas como Alien o Star Wars y sentando precedentes para Aliens, donde James Cameron juega con un gran número de seres de látex (por decir algún material). La complejidad a la que llega el aspecto de cualquier marioneta es IMPRESIONANTE. Las imperfecciones y arrugas, sobre todo faciales, le dan mucha vida a los personajes artificiales y esto lo sabía Frank Oz (y lo sabe James Cameron... juju... Avatar). Todos los personajes son decadentes en cuanto a su aspecto físico exceptuando a los dos Gelfling, una raza de delicados personajillos que, por lo visto, se dedican a salvar mundos.

Técnicamente es la hostia


El montaje es lo único que, quizá, cojea. Durante los primeros compases de la película, cuando se prepara el marco en el que ocurre la aventura de Jen, me recuerda a 2001: Odisea en el espacio por la tranquilidad que transmite, la lentitud de los acontecimientos y la actitud imnotizadora de los místicos. Tras alcanzar esta 'cima' en su montaje, creo que el director no puede hacer más y todo lo que muestre a partir de ahora, sin dejar de ser bueno y fresco, no puede llenarnos más que el principio. Así la historia de Jen se le puede hacer pesada alguno, pero no lo es; simplemente ha habido un cambio radical en la forma de llevar la historia, ya que en este punto es más frenética. Es algo de lo que dolecen bastantes películas buenas y puede hacer que el público las juzgue con más severidad de la que deberían.



La carga moral de la película es bastante interesante. Su mensaje es que ante las situaciones difíciles, en las que todo puede cambiar, no hay que dejarse seducir por la posibilidad de que acabe mal; el final depende de los esfuerzos que hagamos por decantar los acontecimientos hacia una posibilidad u otra y, aunque esta posibilidad nos persiga todo el rato, también hay elementos que nos pueden ayudar, sin sabemos verlos, a hacer lo correcto.


NOTA FINAL: 7 alto sobre 10

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